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Pueblo Magico Taxco de Alarcon
Este Pueblo Mágico atrae a los
visitantes por su tradición platera, aunque Taxco es mucho más que eso:
Taxco fue una de las ciudades mineras más prósperas del Virreinato, por
lo que conserva interesantes riquezas arquitectónicas.
El teleférico sube casi 200 metros hasta el hotel Monte Taxco. Desde
la cabina se pueden tomar fotos panorámicas del pueblo, con la elegante
silueta de la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián dibujándose en el centro.
El sábado es el día del mercado de plata en Taxco, así que una buena opción es pasar la mañana explorando los puestos que se ponen sobre laavenida de los Plateros.
Aventúrate sin miedo por las calles perpendiculares que bajan a partir
de este punto: encontrarás galerías enormes con decenas de puestos. Con
frecuencia son los propios artesanos quienes venden su trabajo, por lo
que los precios son inmejorables y se calculan por gramaje.
El museo William Spratling lleva el nombre del estadounidense
que fundó el primer taller de joyería de plata en Taxco, en 1931. La
colección de arte prehispánico que él reunió en vida también puede
apreciarse como parte de la exposición permanente del museo.
Hay, entre otros peculiares objetos, unos colgantes en forma de ajolote,
figuras de acróbatas, personajes que representan el culto fálico y un
tejón bicéfalo. En el piso inferior se exhiben piezas de plata diseñadas
por el propio Spratling.
La Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, de 1758, fue
construida en cantera rosa con las aportaciones de don José de la Borda,
prominente minero de origen francés. Es una de las iglesias barrocas
más espectaculares de México, no sólo por su fachada y sus altas torres,
sino también por la armonía de su interior, sus doce retablos de madera
de cedro cubiertos con hoja de oro y su increíble órgano monumental
español. Tiene también magníficas obras del gran pintor Miguel Cabrera,
tanto en los retablos de la nave principal, como en la sacristía y en la
sala capitular. Éstas retratan pasajes de la vida de los patronos del
templo, los mártires Santa Prisca y San Sebastián, un medallón de la
Virgen María embarazada y otras escenas de la vida de Jesús.
El Cristo Monumental está sobre uno de los montes más altos
que rodean al pueblo. Desde la explanada del Cristo se aprecia una vista
maravillosa de Taxco y sus alrededores.
Los sábados por la noche son días de fiesta en Taxco, en el zócalo
suele haber mariachis; las pizzerías y cafés en torno éste, con vista
panorámica, se llenan de visitantes. Para quienes prefieren un plan más
intenso, también hay un par de bares bohemios; un pequeño local estilo
cantina llamado Bar Berta, donde se inventó la bebida del mismo nombre
preparada con tequila, miel, jugo de limón y soda (Yoli); y, para los
más antreros, Amnesia, una disco con música pop y electrónica comercial.
Quienes aman los museos pueden ir al pequeño pero simpático Museo de Arte Virreinal alojado en la señorial Casa Humboldt,
un inmueble del siglo XVIII ornamentado con ajaracas de estilo mudéjar.
Aquí, las guías de la tercera edad ofrecen agradables recorridos de
unos veinte minutos.
A 31 km al noroeste, se encuentran las Grutas de Cacahuamilpa.
Sus enormes galerías subterráneas, con fantásticas formaciones rocosas,
pertenecen a un parque nacional con abundante flora y fauna. También
puedes quedarte un rato más en Taxco a explorar las innumerables
boutiques de plata que tiene el pueblo, o visitar otras iglesias del
lugar, como el Templo de la Santa Veracruz.
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